La explicación
Uno de los errores más frecuentes que en la actualidad podemos encontrar en internet es el de la ausencia —o presencia— de tilde sobre mi cuando este término justo necesita lo contrario.
*Sobre mi *Esta es mí casa.
¿Cuántas webs no tienen el muy utilizado «Sobre mí» sin acento ortográfico?
¿Que igual se entiende?, ¿que poco importa? Yo no lo creería así. Se entiende porque alguien hace, no pocas veces, el esfuerzo de adivinar lo que se quiere decir.
La manera adecuada de escribirlo es:
Sobre mí Esta es mi casa.
Índice:
El pronombre personal mí
Ya lo vimos con tú. Un pronombre personal nos permite referirnos a una persona sin tener que mencionar su nombre.
En el caso de mí, posibilita designar a quien escribe o habla. Le ofrece un vocablo a esa persona para referirse a sí misma, pero ese vocablo no acompaña ni al verbo ni al sustantivo ni al adjetivo. No complementa a nadie. Puede estar solo al final de un sintagma u oración.
No escribimos:
*Mí no entiendo. *Mí vestido *Mí viejo reloj
Escribimos:
Yo no entiendo. Mi vestido Mi viejo reloj
A mí, con tilde, lo acompañamos de preposiciones como para, a, por, contra, sobre, sin…
Lo compró para mí. Me gusta a mí. Hazlo por mí. Estuvo contra mí. Estudia sin mí.
Ese mí es como si quien enuncia dijera: «ese ser que yo soy». Le ponemos tilde para distinguirlo de mi.
Y si algo más lo caracteriza es el hecho de que únicamente lo usamos en singular. ¿Por qué? Porque se refiere solo a la persona que escribe o habla.
Nunca escribimos:
*Lo compré para mís.
Estas son algunas pistas disponibles: si no lo puedes pluralizar, si es capaz de sostenerse solo al final de un sintagma u oración y si se refiere a quien escribe o habla, ponle tilde.
El adjetivo posesivo mi
El mi sin tilde puede ser, o bien un sustantivo, o bien un adjetivo. Cuando funciona como adjetivo, indica posesión. Estoy diciendo que algo es mío. Ese mi determina a quién pertenece ese algo.
De hecho, es la apócope de mío, solo que en su caso se eliminan tanto el acento ortográfico como la -o.
Una particularidad de este adjetivo es que nunca va solo y mucho menos queda solo al final de una oración, a no ser que esta esté incompleta.
Mi maleta es verde. Puedes mostrarle mi... No, mejor dejémoslo por ahora.
Otra particularidad es que este mi sí admite el plural. ¿Por qué? Porque, como adjetivo, tiene que concordar en número con el sustantivo al que determina.
Mi maleta es verde. Mis maletas son verdes.
De modo que, ya sabes, si nos habla de pertenencia, si puede ser escrito en plural y si necesita ir acompañado de un sustantivo —aunque medie incluso un adjetivo o un adverbio— ese mi no lleva tilde.
Mi deseo es verte prosperar. Mis deseos son... Mi gran deseo es verte prosperar. Mis grandes deseos son... Mi más grande deseo es verte prosperar. Mis más grandes deseos son...
El sustantivo mi
Mi, sin tilde, también puede ser un sustantivo. En ese caso, puede nombrar tanto a una ‘nota de la escala musical’ como a la ‘duodécima letra del alfabeto griego’.
Escala musical Do, re, mi, fa, sol, la, si. Alfabeto griego α β γ δ ε ζ η θ ι κ λ μ ν ξ ο π ρ σ ς τ θ φ χ ψ ω
Curiosidad Siglos atrás, se decía: «Entre ti y mí». Era el equivalente a lo que hoy conocemos como «Entre tú y yo».