La explicación
Escribir el tu con tilde o sin ella: este es el dolor de cabeza de unas cuantas personas, pero no es —contrario a lo que pueda pensarse— el dolor de cabeza de la mayoría de los que ponen esa tilde mal.
Algunos están convencidos de que ese signo ortográfico sirve darle énfasis y fuerza a la palabra. Entonces vemos, a todo color y mil veces compartida, una frase como esta:
*Es tú decisión.
NO, NO y NO.
El pronombre tú
Tú, con tilde, es un pronombre personal.
Con él designamos a aquella persona a la cual nos dirigimos, de manera informal, cuando escribimos o hablamos. Hay —o pretendemos que haya— cierta familiaridad, cercanía.
Tú me gustas. Eres tú el responsable.
Puede dirigirse tanto a una persona determinada como a una que no necesariamente tiene por qué tener rostro.
Si así se comporta ahora, dime tú qué pasará cuando crezca.
El adjetivo tu
Tu, sin tilde, es un adjetivo posesivo.
Con él decimos que algo es de la persona a la cual le dirigimos la palabra. Equivale a un «esto es tuyo». Aseguramos —o insinuamos— que algo (el sustantivo) le pertenece o le resulta muy cercano.
Tus notas fueron excelentes. [(Tus = adjetivo posesivo) + (notas = sustantivo)]. Mil bendiciones para tu pequeño Sebastián. [(Tu = adjetivo posesivo) + (Sebastián = nombre propio)].
En ejemplos como este último, se utiliza el tu para hacer énfasis en el tipo de relación especial o afectuosa que existe —o que se dice que existe— entre el interlocutor y el dueño del nombre propio mencionado.
Hasta aquí todo es fácil, bonito, entendible; pero los problemas empiezan para algunos cuando deciden pasar a la acción.
¿Tú o tu? ¿Sabes cuándo debes poner la tilde y cuándo evitarla?
Dato clave que te ayudará a diferenciar un vocablo del otro: los adjetivos posesivos acompañan al sustantivo. Nunca quedan solos. Siempre van delante de él. Ya están disponibles los resultados de tus exámenes.